El Viaje de los Limoneros

Quizás es cierto que un sólido en arte, una obra creada, producida, que no reproducida, puede ser considerada un "hijo". Es una forma de humanizar el arte.

Yo los empujo ( a mis sólidos en arte) a que caigan en manos de otros, y que viajen y reconozcan otros territorios, verbos, voces y miradas, pues yo ya tengo camuflado mi ojo en cada uno de ellos. Cuando parten en su viaje, planto un limonero para cada uno. Y veo crecer los limones. Ellos siguen su viaje, yo el mío. Y los riego.

Que vuelvan a mí. Después de una mirada escudriñadora del sólido en arte como objeto mercantil; puedo y quiero, ofrecerle a mi sólido como migas de pan, enseñarle el camino de retorno hacia mí ?. Quiero que vuelvan todos a mí el último día, todos aquellos hechos con el alma-pensamiento, y conferidos de alma própia, incluso aquellos producidos de un arrebato momentáneo, pero que aquel momento fue transferido al sólido.

Los firmo no para que todo el mundo sepa como sobérbia mía: "lo he hecho yo", sinó para que ellos, mis sólidos en arte, mis hijos, sepan quién es su padre, y quieran venir después de su viaje. Ellos me explicaran todo aquello que mi memória haya olvidado, y completaran EL CÍRCULO DE LAS AGUAS.

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